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La iniciativa fue presenta por la diputada Diana Conti (FpV), junto a otros legisladores. Buscan que los pacientes de distintas afecciones puedan usar la planta y sus derivados para mitigar el dolor, entre otros efectos. También, que se pueda investigar.
Diputados de distintos bloques presentaron un proyecto de ley para despenalizar el consumo de marihuana para uso terapéutico, impulsado por la legisladora del Frente para la Victoria (FpV) Diana Conti. La iniciativa propone modificar el artículo 29 de la Ley nacional de estupefacientes para permitir el consumo, la tenencia y la producción de la planta en todas sus variedades, compuestos y activos tanto para fines terapéuticos como para la investigación de su posible eficacia en este sentido, para el control de síntomas y para cuidados paliativos. También participaron de la presentación médicos, investigadores y familiares de pacientes que experimentan con derivados del cultivo para tratar distintas enfermedades. “La ciencia ha avanzado y me parece que la prohibición y la punición de la tenencia de cannabis para uso terapéutico en la Argentina debe cesar”, sostuvo Conti.
“Lo que encontramos en el cannabis fue calidad de vida para nuestra hija”, contó María Laura Alasi, madre de Josefina Vilumbrales, una niña de 3 años que padece una encefalopatía epiléptica infantil conocida como el Síndrome de West. Gracias a la utilización de un aceite de cannabis, la familia logró disminuir la cantidad de espasmos que sufría la nena, que fueron de 600 a menos de 20 por día. La enfermedad de Josefina es una alteración cerebral poco frecuente cuyos rasgos principales son los espasmos epilépticos y el retraso del desarrollo psicomotor y es considerada una “enfermedad rara” que afecta a uno de cada 5 mil nacidos. “Yo les pido a quienes tengan que tratar esta ley que recorran los hospitales, que vean el dolor de los pacientes y la desesperación de sus familiares y que luego se sienten en sus bancadas para determinar si el uso medicinal del cannabis se puede legalizar”, agregó Alasi.
Por su parte, el médico Marcelo Morante, dedicado al estudio del cannabis medicinal, recordó que “hay muchas afecciones que la ciencia no puede curar y muchos dolores que no puede calmar”. En ese sentido, el especialista destacó que “el cannabis tiene que representarnos una oportunidad, no una preocupación”. Morante señaló que de acuerdo a las estadísticas, existe un alto número de pacientes que consultan por el uso médico de la planta para contrarrestar los dolores, y que muchos profesionales “les responden desde el prejuicio”. “De esta manera nos perdemos de acompañar la posible evolución de un paciente o de estar alerta a contraindicaciones, es una pena no poder tener un registro de estos casos porque de todos modos existen”, subrayó el médico.
A partir de casos como el de Josefina y acompañadas por Morante, las autoridades de la localidad bonaerense de General La Madrid buscan impulsar la producción a nivel local y convertirse en la primera ciudad que cultiva marihuana con fines medicinales. El intendente de esa localidad consideró que lo importante “es partir del dolor y de la necesidad de una persona que padece un problema médico importante”.
En sus fundamentos, el proyecto de la diputada Conti sostiene que “los antecedentes empíricos revelan que la utilización de compuestos cannabinoides y químicos de tetrahidrocannabinol (THC) han tenido resultados positivos” para el tratamiento de ciertas afecciones. En particular, la propuesta considera que algunas de las virtudes terapéuticas que se atribuyen al cannabis, son, por ejemplo, el alivio de la ansiedad y reducción de las náuseas provocadas por la quimioterapia. Además, retoma los resultados de estudios que arrojan los beneficios que proporciona el cannabis medicinal para disminuir el insomnio y distintas dolencias. El texto cita un estudio de la Universidad de Washington que fue publicado en la revista Journal of Opioid Management: “El estudio ‘Use of Cannabis in the United States: Historical Perspectives, Current Trends, and Future Directions’” revela que “como mínimo 33 ensayos clínicos controlados científicamente publicados en Estados Unidos desde 1971 hasta 2009 confirmaron que la marihuana tiene efectos beneficiosos en condiciones médicas específicas”.
“La primera vez que presenté este proyecto fue en 2006 tomando el bastión de la diputada Irma Parentella. Hoy, diez años después, considero que es el momento propicio para dar el debate de la no criminalización del uso terapéutico de la planta cannabis”, manifestó Conti, que se mostró optimista respecto al apoyo de sus compañeros de bancada y dijo que espera “que los demás bloques también acompañen la inicitativa”.
Dedicada al estudio de la epilepsia, Silvia Kochen, médica e investigadora de Conicet, llamó a la sociedad médica “a acompañar los avances en materia legislativa” y destacó que “si bien el cannabis medicinal puede no ser eficaz en todos los pacientes, en muy pocos casos presentan efectos adversos”. Por este motivo, Kochen consideró que “es fundamental que los médicos y científicos acompañen esta ley para que se apruebe primero y para que se aplique después”.
Además de diez diputados del FpV, el proyecto fue firmado por las diputada Myriam Bregman (Partido de los Trabajadores Sociales), que durante la conferencia de prensa recordó que su bloque “pelea desde hace mucho tiempo por la legalización de la marihuana, cuya discusión se posterga por la excusa del narcotráfico”. La diputada aclaró que “si bien son dos discusiones distintas que van de la mano, en el caso del uso medicinal, no hay motivo para seguir postergando el debate”. Por su parte, Gabriela Troiano, (Partido Socialista), consideró “lógico” que esta discusión tenga gran cantidad de detractores, ya que existe “muchísima hipocresía con el tema”. Troiano remarcó que “hay que recordar que hay muchas drogas incluso peores que el cannabis en términos de la adicción que generan, como la morfina, que no son discutidas ni cuestionadas”. En relación a la producción de los estos derivados para uso médico, la diputada socialista consideró que “ninguna nación puede darse el lujo de no investigar el potencial de estas aplicaciones” y que “hay que incentivarlo para producir a nivel nacional”.
Informe: Paz Azcárate.