Argentina :Cazando perejiles: dos veces preso por cultivador, paso en la prov de Chaco

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05/10/2015 Alejandro Sebastián Cabrera está detenido hace dos semanas en la Alcaidía de Resistencia por cuatro plantas encontradas en su vivienda. Lo insólito es que ya estuvo preso tres años atrás, y fue liberado al citarse el Fallo Arriola.

El caso del joven Alejandro Sebastián Cabrera pone al descubierto el mamarracho jurídico de la provincialización de la Ley de Narcomenudeo. Está detenido hace dos semanas en la Alcaidía de Resistencia por cuatro plantas encontradas en su vivienda. Lo insólito es que ya estuvo preso tres años atrás, y fue liberado al citarse el Fallo Arriola después de declarar que sus plantas eran para consumo personal. El pobre debate en Diputados que preludió a la sanción de la ley N° 7573 en mayo pasado, refleja la falta de madurez política para dar discusión seria y profunda sobre el fenómeno cultural de los usuarios y cultivadores de marihuana. Mientras, el fracaso del paradigma prohibicionista sigue dilapidando recursos y vidas humanas de los sectores más vulnerables, por lo que es de menester su abordaje fuera de toda estigmatización ideológica y punitiva del cultivo para uso personal, recreativo y medicinal.

 

El jueves 17 de septiembre alrededor de las ocho de la mañana —setenta y dos horas antes de las elecciones provinciales en Chaco—, el ciudadano Alejandro Sebastián Cabrera (25) fue metido preso por cultivar marihuana para consumo personal. Por orden del Juzgado de Garantías Nº 5 a cargo de la jueza Cristina Leonor Pisarello y con intervención de la Fiscalía Antidrogas N° 2 a cargo de Sergio Ramiro Cáceres Olivera, agentes del Departamento de Drogas Peligrosas allanaron la vivienda del cultivador ubicada en calle Calandria del barrio La Liguria de Resistencia, de donde secuestraron “varias plantas, elementos de iluminación y refrigeración, treinta y ocho revistas —THC—, librillos para preparar cigarrillos y pipas”, según indicó el comunicado emitido por la Prensa de la Policía provincial bajo el audaz y propagandístico título de “Desbaratan laboratorio clandestino de cultivo de marihuana”. Sin embargo, en su casa no se encontraron prensas, balanzas o cualquier otro instrumento que probara el comercio. Lo insólito es que el joven Cabrera ya estuvo detenido tres años atrás, declaró que sus plantas eran para cultivo personal y fue liberado al citarse el Fallo Arriola.

 

Así las cosas, con la provincialización del narcomenudeo y la falta de criterios comunes en todos los tribunales del país para precisar qué cantidades son para consumo personal, el descalabro generalizado se profundizó permitiendo que jueces y fiscales tengan diferentes miradas —a pesar del Fallo Arriola. El ejemplo de carne y hueso lo padeció el joven Cabrera, quien por una presunta denuncia de un grupo de vecinos del barrio La Liguria, la justicia ordenó el allanamiento de su vivienda, donde se encontraron cuatro plantas, tres en estado de vegetación y una en estado de floración, cantidad que fue omitida por la Policía al emitir el comunicado de prensa capcioso y falto a la verdad, en el cual sostuvieron que “desbarataron una laboratorio de clandestino de marihuana”. Nada más lejos de la realidad.